¿Qué significa eso?

La pigmentación cutánea se refiere al color natural de nuestra piel, que viene determinado por los melanocitos, células de la piel que forman pigmento. Estas células están determinadas genéticamente y forman parte de nuestro ADN. El oscurecimiento de la piel (hiperpigmentación) suele deberse a una sobreproducción de melanina para proteger la barrera cutánea. Esta sobreproducción puede desencadenarse por factores como traumatismos, cambios hormonales, ciertos medicamentos, radiación UV o influencias medioambientales. La pigmentación cutánea se clasifica en tres tipos principales:

– Pigmentación epidérmica (capas superficiales)

– Pigmentación dérmica/melasma (capas más profundas de la piel)

– Pigmentación mixta (combinación de ambas)

¿Cómo se manifiesta?

Los problemas de pigmentación pueden manifestarse de diversas formas, entre ellas

– Hiperpigmentación (manchas oscuras) o hipopigmentación (manchas claras)

– Pigmentación postinflamatoria (tras lesiones o inflamación)

– Pecas, manchas de la edad o manchas solares

– Melasma/ cloasma (a menudo hormonal)

– Poiquilodermia de Civatte (mezcla de trastornos de la pigmentación, enrojecimiento y adelgazamiento de la piel)

¿Qué puedo hacer?

– Protección solar: Aplica FPS 30/50 a diario y renuévalo regularmente para proteger la piel de daños mayores.

– Inhibidores de la pigmentación: Utiliza productos para el cuidado de la piel que contengan principios activos capaces de regular la producción de melanina y aclarar la pigmentación existente.

El cuidado y la protección constantes de la piel son esenciales para minimizar y prevenir los problemas de pigmentación.