¿Qué es eso?

El daño solar se produce cuando los rayos UV dañan la piel y provocan su envejecimiento prematuro, un proceso conocido como fotoenvejecimiento . Los rayos UVA penetran profundamente en la piel debido a su mayor longitud de onda y causan envejecimiento prematuro y posibles cambios celulares. Los rayos UVB actúan sobre las capas superficiales de la piel y provocan quemaduras solares. Ambos tipos de rayos contribuyen a dañar la piel a largo plazo.

¿Cómo puede manifestarse?

El daño solar puede caracterizarse por varios signos, entre ellos

– Envejecimiento prematuro de la piel y pérdida de firmeza

– Textura irregular de la piel

– Trastornos de la pigmentación (por ejemplo, manchas de la edad)

– Daño vascular (venas visibles)

– Adelgazamiento de la piel

– Enrojecimiento y aumento de la sensibilidad

– Lesiones cutáneas cancerosas y no cancerosas

¿Qué puedo hacer al respecto?

– Utiliza protección solar: Aplícate FPS 30/50 a diario y renuévalo regularmente.

– Ropa protectora: Cúbrete la piel, ponte un sombrero y evita la luz solar directa, sobre todo al mediodía.

– Inhibidores de la pigmentación: Utiliza productos para el cuidado de la piel que reduzcan la formación de melanina para minimizar los trastornos de la pigmentación.

Una rutina de protección solar constante y medidas de protección son esenciales para prevenir el daño solar y minimizar el daño existente.